XVI. Quid est quaestio?
Si tuviera que elegir una pregunta que poner en un examen me gustaría que fuera divertida, ingeniosa e interesante. Como me has caído bien, querido profesor, te daré no una, sino dos.
La primera
opción es que nos des una pregunta y una respuesta ya hecha y que nuestra labor
sea corregirla, argumentando por qué está mal o bien. Ya que seremos
profesores, no veo mejor forma de evaluar que esa.
La segunda
opción bebe del hecho que soy filósofo y esta es: darnos respuestas y tenemos
que elaborar la pregunta que responde la pregunta. La carrera me ha hecho valorar
más las preguntas que la respuesta en sí, ya que una mala pregunta tiene
cientos de respuestas validas y una correcta. Una buena pregunta solo tiene una
respuesta validad, que no es otra que su respuesta correcta.
Comentarios
Publicar un comentario